
La histórica emisora Radio Free Europe/Radio Liberty, transmite desde Praga desde hace ya 30 años en decenas de lenguas para países en los que no hay democracia ni libertad de prensa.
A pesar de sufrir persecución y hasta condenas de prisión en sus propios países de origen, como Rusia, Bielorrusia o Azerbaiyán, el compromiso con la información libre de estos periodistas sigue prevaleciendo sobre el alto precio personal que deben pagar. La situación es ya peor que durante la Guerra Fría, aseguran.
Radio Free Europe/Radio Liberty, o Radio Europa Libre/Radio Libertad en español, tiene una historia de 75 años ya. Nació como un medio de propaganda anticomunista y sus primeras emisiones se produjeron en verano de 1950, precisamente en checo.
Al principio, Radio Free Europe estaba dirigida especialmente a los países satélites de la Unión Soviética como Checoslovaquia, Polonia o Hungría. De la URSS se ocupaba Radio Liberty (Radio Svoboda). Las dos emisoras finalmente se unieron en una misma compañía en los 70, de ahí lo largo del nombre de la corporación actual. Pero, desde su primera sede en Múnich, ambas estuvieron desde el principio burlando, informativamente hablando, el Telón de Acero hasta que este cayó finalmente en 1989.
Quien hoy es jefe de la redacción en lengua tártara, Rim Gilfánov, la descubrió de niño en su ciudad, Kazán, una ciudad completamente cerrada a viajeros extranjeros durante la era soviética, dado que en ella se fabricaba armamento. Nunca podrá olvidar Rim lo que provocó en él escuchar aquella información tan distinta a la que le llegaba día tras día de los medios oficiales. Y además, en su propia lengua, recuerda.
“La descubrí por completa casualidad y transmitía en tártaro, lo que fue un gran shock para mí, porque bajo la Unión Soviética también teníamos con eso problemas, había una fuerte rusificación, que por cierto ahora también existe y continúa con Putin. En aquel momento el tártaro solo se hablaba en casa, y de repente escucho una radio que utiliza con normalidad mi lengua materna. Por supuesto, en seguida empezaban las interferencias, unos ruidos muy desagradables con los que el régimen soviético intentaba que no se escuchara nada. Aun así, escuché y aprendí muchas cosas nuevas. Por ejemplo, sobre nuestra propia historia, que era un tabú, me enteré de muchas cosas, también de Tartaristán. No conocíamos la historia real y aprendimos muchas cosas por la radio de las que no podríamos habernos enterado de otra forma. Entonces no podía ni imaginar que terminaría en esa radio en tártaro entre las ocho o siete personas que trabajamos ahora aquí”.
Mucha importancia en la memoria colectiva checa tienen también aquellas emisiones de la redacción checoslovaca que se escuchaban clandestinamente en las casas con la esperanza de que no fueran muy fuertes las interferencias con las que el Gobierno comunista quería impedir su recepción. Igual pasaba, por ejemplo, en la España de Franco, con las emisiones propagandísticas de emisoras como la propia Radio Praga, que por entonces se dedicaban a alabar las virtudes de los regímenes socialistas.
30 años en Praga
Tres años después de la caída del Muro de Berlín y la Revolución de Terciopelo en 1989, también se desmanteló la Unión Soviética y Radio Free Europe/Radio Liberty, en gran parte gracias a los esfuerzos del presidente Václav Havel, se mudó al centro de Praga, desde donde empezó a emitir el 10 de marzo de 1995, hace ahora 30 años, en el edificio de la antigua Asamblea Federal Checoslovaca de los comunistas, a pocos metros de la propia Radio Checa en la calle Vinohradská.
Si ya se habían acabado las dictaduras comunistas en Europa Central y del Este, que era contra lo que luchó Radio Free Europe en toda su historia, ¿no habría que terminar también con las emisiones? Rim Gilfánov ve claramente que la historia ha dado la razón a quienes pensaron que el objetivo no se había cumplido realmente.
“Nuestro trabajo continúa porque sigue existiendo el sistema soviético, ya que en Rusia no sólo hay nostalgia por lo soviético, sino que de hecho han vuelto con una versión aún peor. Así que la radio continúa. Lamentablemente, no podemos cerrar diciendo que hemos logrado nuestros objetivos. Desgraciadamente, en Rusia no hay democracia, no hay estado de derecho, y por eso todavía esta radio tiene una misión que cumplir”.
Y no solo en Rusia, sino que Radio Free Europe, en la actualidad financiada por el Congreso de Estados Unidos, transmite hoy en día en 27 idiomas para 23 países, incluyendo la mayoría de las exrepúblicas soviéticas en Europa del Este, el Cáucaso y Asia Central, pero también Afganistán, Irán o países europeos de los Balcanes y hasta tres miembros de la Unión Europea como son Hungría, Bulgaria y Rumanía.
Todo ello gracias a una plantilla de unas 1700 personas, de las que algo menos de la mitad hace su trabajo en Praga. También el canal de televisión en lengua rusa Current Time se hace desde la sede principal en la calle Vinohradská de la capital checa.
Fuente y resto del articulo: https://espanol.radio.cz/radio-free-europe-la-voz-que-las-dictaduras-no-quieren-escuchar-8844608

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