Durante años, las principales fuentes de información del corresponsal en la comarca barcelonesa del Baix Llobregat de la agencia Efe y de la Hoja del Lunes procedían de emisoras policiales y aparatos de radio escaneados. Desde su negocio familiar, la gasolinera Dobaño K11, radicada en la autovía de Castelldefels, observó que aquellos viejos artilugios tecnológicos, empleados por los conductores de grúas, permitían sintonizar la frecuencia de la Policía Nacional. Así obtuvo Manuel Dobaño la exclusiva del mediático secuestro del futbolista del Barcelona Enrique Castro Quini. Fue en 1981, cuando se enteró por la radio-receptora de un motorista de la Guardia Civil de Tráfico, mientras repostaba carburante, que se había dado la alerta.
Fuente de la Noticia vía El corresponsal que pirateaba las emisoras de la Policía | Televisión | EL MUNDO.
Categorías:Historia, Radio, Receptores
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